miércoles, 6 de junio de 2018

COMENTARIO DE TEXTO DE LUCES DE BOHEMIA

Luces de Bohemia, Escena 3

La Taberna de PICA LAGARTOS: Luz de acetileno: Mostrador de cinc: Zaguán oscuro con mesas y banquillos: Jugadores de mus: Borrosos diálogos.
MÁXIMO ESTRELLA y DON LATINO DE HISPALIS, sombras en las sombras de un rincón, se regalan con sendos quinces de morapio.
EL CHICO DE LA TABERNA: Don Max, ha venido buscándole la Marquesa del Tango.
UN BORRACHO: ¡Miau!
MAX: No conozco a esa dama.
EL CHICO DE LA TABERNA: Enriqueta la Pisa- Bien.
DON LATINO: ¿Y desde cuándo titula esa golfa? EL CHICO DE LA TABERNA: Desde que heredó del finado difunto de su papá, que entodavía vive. DON LATINO: ¡Mala sombra!
MAX: ¿Ha dicho si volvería?
EL CHICO DE LA TABERNA: Entró, miró, preguntó y se fue rebotada, torciendo la gaita.
¡Ya la tiene usted en la puerta!
ENRIQUETA LA PISA-BIEN, una mozuela golfa, revenida de un ojo, periodista y florista, levantaba el cortinillo de verde sarga, sobre su endrina cabeza, adornada de peines gitanos.
LA PISA-BIEN: ¡La vara de nardos! ¡La vara de nardos! Don Max, traigo para usted un
memorial de mi mamá: Está enferma y necesita la luz del décimo que le ha fiado.
MAX: Le devuelves el décimo y le dices que se vaya al infierno.
LA PISA-BIEN: De su parte, caballero ¿Manda usted algo más?
El ciego saca una vieja cartera, y tanteando los papeles con aire vago, extrae el décimo de la lotería y lo arroja sobre la mesa: Queda abierto entre los vasos de vino, mostrando el número bajo el parpadeo azul del acetileno. LA PISA-BIEN se apresura a echarle la zarpa.
DON LATINO: ¡Ese número sale premiado!
LA PISA-BIEN: : Don Max desprecia el dinero.
EL CHICO DE LA TABERNA: No le deje usted irse, Don Max.
MAX: Niño, yo hago lo que me da la gana. Pídele para mí la petaca al amo.
EL CHICO DE LA TABERNA: Don Max, es un capicúa de sietes y cincos.
LA PISA-BIEN: ¡Que tiene premio, no falla! Pero es menester apoquinar tres melopeas, y este caballero está afónico. Caballero, me retiro saludándole. Si quiere usted un nardo, se lo regalo.
MAX: Estate ahí.
LA PISA-BIEN: Me espera un cabrito viudo.
MAX: Que se aguante. Niño, ve a colgarme la capa.
LA PISA-BIEN: Por esa pañosa no dan ni los buenos días. Pídale usted las tres beatas a
Pica Lagartos.
EL CHICO DE LA TABERNA: Si usted le da coba, las tiene en la mano. Dice que es usted
segundo Castelar .
MAX: Dobla la capa, y ahueca.
EL CHICO DE LA TABERNA: ¿Qué pido?
MAX: Toma lo que quieran darte.
LA PISA-BIEN: ¡Si no la reciben!
DON LATINO: Calla, mala sombra.
MAX: Niño, huye veloz.
EL CHICO DE LA TABERNA: Como la corza herida, Don Max.
MAX: Eres un clásico.
LA PISA-BIEN: Si no te admiten la prenda, dices que es de un poeta.
DON LATINO: El primer poeta de España.
EL BORRACHO: ¡Cráneo previlegiado!
MAX: Yo nunca tuve talento. ¡He vivido siempre de un modo absurdo!
DON LATINO: No has tenido el talento de saber vivir .
MAX: Mañana me muero, y mi mujer y mi hija se quedan haciendo cruces en la boca.
Tosió cavernoso, con las barbas estremecidas, y en los ojos ciegos un vidriado triste, de alcohol y de fiebre.
DON LATINO: No has debido quedarte sin capa.
LA PISA-BIEN: : Y ese trasto ya no parece. Siquiera, convide usted, Don Max.
MAX: Tome usted lo que guste, Marquesa.
LA PISA-BIEN: : Una copa de Rute.
DON LATINO: Es la bebida elegante.
LA PISA-BIEN: : ¡Ay! Don Latino, por algo es una la morganática del Rey de Portugal. Don Max, no puedo detenerme, que mi esposo me hace señas desde la acera.
MAX: Invítale a pasar.
Un golfo largo y astroso, que vende periódicos, ríe asomado a la puerta, y como perro que se espulga, se sacude con jaleo de hombros, la cara en una gran risa de viruelas. Es el
REY DE PORTUGAL, que hace las bellaquerias con Enriqueta LA PISA-BIEN, MARQUESA
DEL TANGO.
LA PISA-BIEN: ¡Pasa, Manolo!
EL REY DE PORTUGAL: Sal tú fuera.
LA PISA-BIEN: ¿Es que temes perder la corona? ¡Entra de incógnito, so pelma!
EL REY DE PORTUGAL: Enriqueta, a ver si te despeino.
LA PISA-BIEN: ¡Filfa!
EL REY DE PORTUGAL: ¡Consideren ustedes que me llama Rey de Portugal para significar
que no valgo un chavo! Argumentos de esta golfa desde que fue a Lisboa, y se ha enterado del valor de la moneda. Yo, para servir a ustedes, soy Gorito, y no está medio bien que mi morganática me señale por el alias.
LA PISA-BIEN: ¡Calla, chalado!
EL REY DE PORTUGAL: ¿Te caminas?
LA PISA-BIEN: Aguarda que me beba una copa de Rute. Don Max me la paga.
EL REY DE PORTUGAL: ¿Y qué tienes que ver con ese poeta?
LA PISA-BIEN: Colaboramos.
EL REY DE PORTUGAL: Pues despacha.
LA PISA-BIEN: En cuanto me la mida Pica Lagartos.
PICA LAGARTOS: ¿Qué has dicho tú, so golfa?
LA PISA-BIEN: ¡Perdona, rico!
PICA LAGARTOS: Venancio me llamo.
LA PISA-BIEN: ¡Tienes un nombre de novela! Anda, mídeme una copa de Rute, y dale a mi
esposo un vaso de agua, que está muy acalorado.
MAX: Venancio, no vuelvas a compararme con Castelar. ¡Castelar era un idiota! Dame otro quince.
DON LATINO: Me adhiero a lo del quince y a lo de Castelar.
PICA LAGARTOS: Son ustedes unos doctrinarios. Castelar representa una gloria nacional de España. Ustedes acaso no sepan que mi padre lo sacaba diputado.
LA PISA-BIEN: ¡Hay que ver!
PICA LAGARTOS: Mi padre era el barbero de Don Manuel Camo. ¡Una gloria nacional de Huesca!
EL BORRACHO: ¡Cráneo previlegiado!
PICA LAGARTOS: Cállate la boca, Zacarías.
EL BORRACHO: ¿Acaso falto!
PICA LAGARTOS: ¡Pudieras!
EL BORRACHO: Tiene mucha educación servidorcito.
LA PISA-BIEN: ¡Como que ha salido usted del Colegio de los Escolapios! ¡Se educó usted con mi papá!
EL BORRACHO: ¿Quién es tu papá?
LA PISA-BIEN: Un diputado.
EL BORRACHO: Yo he recibido educación en el estranjero.
LA PISA-BIEN: ¿Viaja usted de incógnito? ¿Por un casual, será usted Don Jaime?
EL BORRACHO: ¡Me has sacado por la fotografía! LA PISA-BIEN: ¡Naturaca! ¿Y va usted sin una flor en la solapa?
EL BORRACHO: Ven tú a ponérmela.
LA PISA-BIEN: Se la pongo a usted y le obsequio con ella.
EL REY DE PORTUGAL: ¡Hay que ser caballero, Zacarías! ¡Y hay que mirarse mucho, soleche, antes de meter mano! La Enriqueta es cosa mía. LA PISA-BIEN: ¡Calla, bocón!
EL REY DE PORTUGAL: ¡Soleche, no seas tú provocativa!
LA PISA-BIEN: No introduzcas tú la pata, pelmazo.
EL CHICO DE LA TABERNA entra con azorado sofoco, atado a la frente un pañuelo con roeles de sangre. Una ráfaga de emoción mueve caras y actitudes; todas la figuras, en su diversidad, pautan una misma norma.
EL CHICO DE LA TABERNA: ¡Hay carreras por las calles!
EL REY DE PORTUGAL: ¡Viva la huelga de proletarios!
EL BORRACHO: ¡Chócala! Anoche lo hemos decidido por votación en la Casa del Pueblo.
LA PISA-BIEN: ¡Crispín,! te alcanzó un cate! ¡Un marica de la Acción Ciudadana!
PICA LAGARTOS: Niño, sé bien hablado! El propio republicanismo reconoce que la
propiedad es sagrada. La Acción Ciudadana está integrada por patronos de todas
circunstancias, y por los miembros varones de sus familias. ¡Hay que saber lo que se dice!
Grupos vocingleros corren por el centro de la calle, con banderas enarboladas. Entran en la taberna obreros golfantes -blusa, bufanda y alpargata-, y mujeronas encendidas, de arañada greña.
EL REY DE PORTUGAL: ¡Enriqueta, me hierve la sangre! Si tú no sientes la política,
puedes quedarte.
LA PISA-BIEN: So pelma, yo te sigo a todas partes. ¡Enfermera Honoraria de la Cruz
Colorada!
PICA LAGARTOS: ¡Chico, baja el cierre! Se invita a salir, al que quiera jaleo.
La florista y el coime salen empujándose, revueltos con otros parroquianos. Corren por la calle tropeles de obreros. Resuena el golpe de muchos cierres metálicos.
EL BORRACHO: ¡Vivan los héroes del Dos de Mayo!
DON LATINO: Niño, ¿qué dinero te han dado? EL CHICO DE LA TABERNA: ¡Nueve
pesetas! MAX: Cóbrate, Venancio. ¡Y tú, trae el décimo, Marquesa!
DON LATINO: ¡Voló esa pájara!
MAX: ¡Se lleva el sueño de mi fortuna! ¿Dónde daríamos con esa golfa?
PICA LAGARTOS: Ésa ya no se aparta del tumulto.
EL CHICO DE LA TABERNA: Recala en la Modernista.
MAX: Latino, préstame tus ojos para buscar a la Marquesa del Tango.
DON LATINO: Max, dame la mano.
EL BORRACHO: ¡Cráneo previlegiado!
UNA VOZ: ¡Mueran los maricas de la Acción Ciudadana! ¡Abajo los ladrones!

Comentario de texto

Este fragmento pertenece a la obra Luces de Bohemia de Ramón María del Valle-Inclán, quien cultivó un teatro renovador que presenta la realidad española de forma grotesca y satírica, en su género propio denominado “esperpento”. La ironía, la intención crítica, la cosificación de
personajes y el empleo de registros lingüísticos muy dispares son otras de las características de este género.

El texto se ubica temporalmente al comienzo de la obra, en la tercera escena, y espacialmente en la taberna de Pica-Lagartos. Valle encauza su crítica a la sociedad española desde distintos puntos de vista a lo largo de la obra. En esta ocasión, el autor hace hincapié en la personalidad
de Max, quien se deja influenciar en exceso por los demás. En la actualidad, esto puede
orientarse hacia el sector juvenil, que obedece a las modas aún a costa de un gasto excesivo o de su propia salud.

También observamos que el entorno de nuestro protagonista se aprovecha de él sin piedad, mintiéndole. El mayor representante de este entorno es don Latino, cínico y cruel donde los haya (como se percibe en una de sus intervenciones hacia Max: “no has tenido el talento de saber vivir”).
Hoy día, este entorno tiene como máximo exponente, a mi parecer, a la clase política. Como ingenuos ciegos nos engañan, incluso aparentando preocupación, cuando es de
todos sabido su interés por ellos mismos.

En el fragmento puede apreciarse la visión fiel que Valle pretende dar de la sociedad de su tiempo, aunque más tarde la deforme hasta el punto de lo absurdo e inverosímil, mediante el léxico que emplean los personajes. Sin embargo, Max utiliza un lenguaje mucho más cuidado en otras escenas, fruto de su trabajo como periodista. Con ello Valle pone en relieve la doble faceta de Max, que alterna según el ambiente donde se sitúe el personaje. Este es un rasgo característico del esperpento: el contraste entre nuestro supuesto “héroe”, Max, y el entorno (social y espacial) que le rodea. De hecho, aludiendo al título de la obra, parece que el autor pretende transmitir la “ausencia de luces” en la vida de Max. Esto me hace reflexionar sobre lo
poco que ha cambiado nuestro mundo, pues en la realidad apreciamos continuamente esa “doble
personalidad” en algunos de nuestros conocidos.
Como última aclaración, Valle indica el estado anímico de Max, que presagia un fatídico final.
El causante de ello es el décimo, por el que nuestro protagonista vende su capa. Así, el autor nos invita a reflexionar de nuevo: ¿cuántas veces pagamos cosas demasiado caras en nuestra vida?
Y esta cuestión nos lleva a la raíz de la pregunta: ¿y si pensáramos más detenidamente nuestros actos?
En conclusión, Valle recoge el ambiente de la España de principios de siglo aportando su matiz deformante, grotesco, que supone incluso cómico ante las ajenas desgracias contadas. Todo ello es un reflejo de nuestra actualidad, donde... ¿somos conscientes de nuestra comedia, tragedia... esperpento? Aunque la respuesta pueda parecer desalentadora, podemos considerar a Valle como a un crítico constructivo que nos guíe a la hora de corregir nuestros errores y considerar nuestra situación respecto al siglo anterior.

1 comentario:

  1. Hola, Alberto.
    Mira en la lista de tareas.
    Se trata de:
    1) Un comentario sobre la obra de teatro entera, siguiendo el guion:
    https://sites.google.com/site/lalenguaesunteatro/proyecto-la-lengua-es-un-teatro/comentario-de-una-obra-teatral
    2) El taller sobre la lengua de la escena elegida, que consiste en señalar y explicar las dificultades que plantea la lengua del texto.

    Lo que has copiado de la web no sirve para ninguna de las dos tareas.

    Adelante con ánimos.

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